La comida es uno de esos aspectos
de la vida de los que no podemos desprendernos; en psicología el hambre, o la satisfacción
de la misma, se encuentra entre una de las necesidades básicas que deben ser satisfechas
para que un ser humano viva lo mejor y más plenamente posible; durante las
primeras eras de la historia humana la comida no era más que eso, una necesidad que debía ser
satisfecha, por tato durante todo ese
tiempo, en el que nuestra raza eran cazadores y recolectores, el arte culinario
era prácticamente nulo. El cambio se dio con el descubrimiento del fuego, con
el cual se pudo dar una variante en cuanto a la calidad del alimento que ingeríamos;
el siguiente gran cambio fue con la aparición de la agricultura y la transformación social de nómada a sedentaria.
Con la agricultura el desarrollo
humano se disparó, pronto las pequeñas comunidades se convirtieron en grandes ciudades,
fue entonces cuando las personas empezaron a hacer experimentos con el alimento
que se llevaban a la boca, combinaban carne con verduras, frutas o especias,
logrando así crear combinaciones que
resultaban muy agradables al paladar, comparadas con la comida sin condimentar
o mezclar; cuando algunas de esas ciudades se transformaron en grandes imperios
y emprendieron la conquista de otros territorios, sin saberlo, también dieron
los primeros pasos para crear la gran diversidad de estilos culinarios que
existen en el mundo.
Al viajar más allá de sus tierras
los conquistadores se encontraron con plantas nuevas, especias nuevas, animales
nuevos y, por tanto, con nuevas variedades de alimentos; Degustaron todo
aquello y se llevaron consigo las semillas de las plantas, los animales y, a
veces, a las personas que sabían cocinar esa comida extranjera que tanto les
gusto. De esta manera la alimentación, en la mayor parte del mundo, se transformó
en algo más que una necesidad, se transformó
en un arte.
El ingenio humano fue moldeando
el arte de la cocina , los chefs alrededor del
mundo crearon variantes, usaron ingredientes, fundaron academias,
crearon filosofías y todo esto alrededor de la comida; Hay que admitir que en
muchas ocasiones el degustar un buen platillo es algo muy satisfactorio, tal vez
solo superado por un orgasmo; la alimentación,
el sexo y el sueño son las tres grandes
bases del ser humano, si una de ellas no se ve satisfecha no tardamos
mucho en sufrir una crisis de algún tipo. Sin embargo, la alimentación es
superior a las otras dos bases, la alimentación nos mantiene con vida; podemos
pasar años sin sexo y no pasa casi nada, podemos pasar un par de semanas apenas
descansando un par de horas y las secuelas de esto serian levemente notorias,
aunque el cuerpo suele adaptarse para resistir;
pasar más de un par de días sin comer presenta secuelas psicológicas inmediatas,
nos ponemos irritables, paranoicos, depresivos, insoportables y todos estos síntomas se apagan en cuanto el
aroma de la comida recién prepara llega a nuestras fosas nasales.
La comida es uno de los grandes
placeres de la vida; nos hace felices, nos mantiene vivos y nos pone en
contacto unos con otros, pues no hay nada mejor que probar los alimentos con una buena compañía y
una plática amena.
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