lunes, 12 de noviembre de 2018

De ficciones y compulsiones

Creamos ficciones para  protegernos.
¿A caso la realidad es una ficción creada por nuestros sentidos?
¿Cuánto desorden filtra nuestro cerebro a través de ellos?
¿Nuestra razón soportaría la realidad en crudo?
¿Experimentar la realidad en crudo nos regresaría a un estado primitivo?
¿Perderíamos la razón? O ¿Encontraríamos la iluminación al quedar libres de ficciones y engaños?

En la posmodernidad se han cuestionado, y derrumbado, muchas ficciones, mitos e instituciones; la gran masa que compone la sociedad occidental aboga, pide con ansias, por la "deconstrucción" de las creencias, valores y cultura.
¿Cuál es el objetivo de esta deconstrucción?
¿Se está buscando entender el mundo, la realidad en crudo? O ¿Esta deconstrucción responde más a un cambio en las corrientes del poder que buscan crear sus propias ficciones y mitos y con ellos alinearnos a sus intereses?

Si algo está claro para mí es que la 
Deconstrucción posmoderna está derrumbado  mitos e instituciones que dan solidez y seguridad a la mente humana (familia, espiritualidad, religión, ciencia, amor, filosofía, identidad cultural) y, a su vez, se está encargando de construir nuevas ficciones que crean disonancia cognitiva, pérdida de la identidad, indefensión...
Las generaciones nacidas en las últimas décadas tienden a ser incapaces de aceptar la crudeza de la realidad y la intentan distorsionar para hacerla más aceptable, inclusiva, ligth; la sociedad actual lejos de buscar la realidad tal y como es busca censurarla para que la "frágil" mente del individuo infantilizado no se lastime u "ofenda".
El individuo niega, teme, no comprende ni quiere comprender la realidad en crudo, es más, se le invita y premia por ser así, por ser negligente e ignorante.
Estamos recibiendo un bombardeo constante de ofertas para escaparnos de la realidad, de experiencias placenteras que nos tranquiliza y nos ayudan a evadir la batalla campal por la supervivencia, el dinero y el poder en la sociedad humana.

No hay tiempo para reflexionar
No hay tiempo para cultivarse, ni para la sabiduría, ni para entender la realidad...
No hay tiempo para tu familia,ni  para el amor, ni para tí, ni para Dios.
Ya vendieron tu alma
Sólo hay tiempo para trabajar, para ser eficiente, productivo, proactivo, positivo, para pensar como millonario, para ser tu propio jefe, para hacer de todo por dinero.

No hay tiempo; los billetes, los coches de lujo, el sexol salvaje, losviajes y todo ese amplio catálogo de placeres se te escapa de las manos como arena.

Esa es la nueva corriente de pensamiento, los nuevos mitos,las nuevas instituciones, las nuevas ficciones; en la carrera por el placer, el dinero y el poder, en la doctrina del consumismo, estamos dejando atrás el progreso cultural y humano que se había logrado tras dejar atrás un par de edades oscuras y dos guerras mundiales.
Se está deconstruyendo lo que le da identidad y hace único al ser humano para reconstruir de los restos un grupo de autómatas sin escrúpulos, productores y consumidores de lo que les manden sus amos de turno, de una cultura que los esclaviza.
Se está creando una humanidad que confía ciegamente en sus nuevos mitos y que ante la refutación o cuestionamiento de los mismos prefieren la negación o la censura, usando para ello el poder del estado.

En definitiva en estos tiempos donde todo te invita a escapar o evitar la realidad, hay que tener el coraje de renunciar a las ficciones y mirarla cara a cara; y así entender que a la realidad, la cruda realidad, no le interesan ni se va a doblegar ante nuestros berrinches y caprichos.



sábado, 31 de marzo de 2018

Simientos

En estos tiempos, donde el mundo alza la voz diciéndonos que todo es relativo, que los absolutos carecen de sentido y que no vale la pena aferrarse a nada o creer en nada, es necesario tener una base a la que sujetarse, una mitología personal que mantenga nuestra brújula orientada; sería lo mejor para mantenerse cuerdo,  libre de manipulación y con una mente sana; porque está bien tener una mente abierta, pero tampoco debes abrirla tanto como para que personas u organizaciones ajenas a tus intereses metan en ella lo que les plazca.

Ahora todo cambia de prisa, se estimula la necesidad de novedad, la corriente del mercado arrastra todo y lo convierte en un producto más, lo hace funcionar mediante la oferta y demanda; ya no solo son los productos y servicios, el mercado le pone precio también a las experiencias y  relaciones humanas; supongo que quieren que para ser "feliz" o sentirte "feliz" debas pasar por caja. Creo que al final todo lo que hace sentir pleno o alegre  al ser humano tendrá precio.

Esa es su visión del mundo; quieren una sociedad que busque la satisfacción inmediata a cualquier precio, que busque la felicidad (que convenientemente ellos han definido) y en este proceso, está guerra de egos, dónde no importa más que sentirnos más plenos que los otros, nos olvidaremos,  irónicamente, de esos otros; la sociedad de consumo te apremia, te urge, a experimentar todo para lograr la "plenitud", consumiendo todos los productos y experiencias(viajes, fiestas, libertinaje sexual) que te ofrecen, sin importar que tengas que lastimar a otros para obtener los recursos para pagar tu "felicidad".

Ya no importa nada más que la satisfacción inmediata, no importa el futuro, no importa el pasado y tampoco el presente; ¿Entonces que nos queda? ¿El estímulo constante, una sensación de insatisfacción que no podemos llenar ni con las mejores fiestas, ni con el sexo, ni con sustancias(que hacen que olvides un momento pero que después te deprimen y esto hace que busques más) ni con los productos milagrosos que nos venden?

Vivimos insatisfechos y  saturados; ¡hay tanto por hacer, tanto por conocer y la vida es tan corta! Vives engañado, te han apartado de lo más importante; de ti mismo y si no te conoces a ti mismo jamás podras estar bien con los demás, jamás podras estar satisfecho, jamás podras sentirte pleno.

Un ser humano sin bases, sin reglas, sin valores, sin principios o sin filosofía personal es como  una  hoja suelta en un huracán; acabará destrozado y sin rumbo. En esta era, que suelen llamar posmodernidad, si no te defines, si no creas simientos sólidos, serás barrido por el sinsentido, el mercado y una extensa maquinaria de manipulación mental; que busca hacer de ti solo un consumidor, un número, una estadística y en última instancia un ser inhumano y desentendido de sus semejantes.



Trabaja sin sentir culpa

Nos han enseñado, en este siglo, que el trabajo duro y la autoexplotación son un camino seguro y garantizado a la estabilidad e incluso a l...