Hay que darse cuenta de que a la mayoría de la gente le importas bien poco si no es que nada; todo depende de lo que puedas ofrecer.
Entender que las personas sólo te buscan para satisfacer sus necesidades; ya sean económicas, biológicas, sociales o afectivas, al final tu decides a quien seguirle el juego.
Por lo que tu valor ante la sociedad está determinado por tu habilidad para satisfacer necesidades y crear soluciones a los problemas de la gente.
El problema se presenta cuando la gente es egoísta, terriblemente egoísta, y tiene miedo a perder lo poco que tienen; ya sea su estatus, sus posiciones, sus contactos o su vida. Esto los hace hostiles y ciegos pues quieren ser importantes y tener renombre pero no están dispuestos a servir o a ofrecer soluciones sino que sólo crean problemas y enferman poco a poco a la sociedad.
Los males del mundo moderno son un claro reflejo de esta enfermedad; todos quieren que sus necesidades sean satisfechas, y algunos grupos tuercen las leyes para que así sea, pero muy pocos están dispuestos a dar algo a cambio o a ser útiles.
Palabras al aire, a veces a oídos sordos, textos que nadie lee, pedazos de mi alma intentando trascender, intentos de literatura estampados en píxeles y horas de mi vida gastadas.
jueves, 21 de abril de 2016
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