sábado, 6 de julio de 2019

La motivación

Yo no creo en el coaching, ni en el optimismo, ni en qué deseando o creyendo muy fuerte y con mucho empeño tus metas en la vida se van a cumplir, con mucho trabajo tal vez si, en fin, esas ideas no me motivan, pero si hay algo que me motiva y trataré de condensarlo en esta reflexión:

Vamos a estar aquí, en la tierra, entre 70 y 80 años, si somos afortunados y algo no nos mata antes. Existió una eternidad antes de nuestro nacimiento y existirá otra después de nuestra muerte(el universo tiene más o menos 14 mil millones de años, algo que nuestro cerebro destinado a vivir menos de 100 años no puede entender); nacimos condenados a morir y  también a vivir, por eso digo "estoy aquí desde que nací hasta que me muera y lo que ocurra en medio es ganancia", y en verdad lo creo; para mí, no se sus creencias religiosas o espirituales, hay de dos sopas, o estás vivo o estás muerto y como dije arriba hubo 14 mil millones de años antes de mi y habrán otros tantos después; la vida es ganancia, también es sufrida, difícil, dolorosa y a veces cruel; pero también es bella, placentera, llena de satisfacciones. La vida es ganancia porque es  mejor que estar muerto y no existir, no porque no crea en un cielo o en una vida después de la muerte, simplemente no tengo expectativas al respecto, ahí sí, que sea lo que Dios quiera.

La vida es ganancia y nosotros mismos la devaluamos cuando queremos hacernos con una "vida" llena de méritos, lujos y experiencias (cosa en la que tiene que ver mucho la mercadotecnia y el  consumismo), cuando sentimos que somos lo más importante del mundo, únicos, especiales y que merecemos todo; ahí empieza el sufrimiento, y en nuestro sufrimiento hacemos sufrir a los demás. Entonces todo nos ofende, nos enoja y parece que está en contra de nuestros ideales; ¡Vamos a morir! Y estamos aquí preocupados por cosas triviales, piensa, desde que naciste hasta que te mueras  la vida es un volado, cara o cruz, águila o sol, vivo o muerto; cualquier día de estos te vas a morir, si, pero piensa también ¿Estoy viviendo los días que no he muerto? Vives o sobrevives, la decisión está en tus manos; trabajas y conviertes los frutos de tu trabajo, dinero, en una palanca para que tus sueños y anhelos más humanos se cumplan o, la otra cara de la moneda, trabajas para ser mano de obra de otro, para ahí medio vivir, pobre, endeudado infeliz y desesperado.

En la naturaleza la vida conlleva una lucha, en la sociedad humana también; en la naturaleza la lucha es por mantenerse vivo, en la sociedad humana es una lucha de voluntad; tienes la voluntad suficiente para mantenerte en el camino que te ha de llevar a seguir  tus ideales y objetivos hasta alcanzarlos o la voluntad del mundo te vencerá y perderás el rumbo, la motivación y la fe; ¿vivirás por ti mismo? O dejarás que el mundo te imponga sus ideales.

Todos vamos a morir, gordos, flacos, altos, chaparros, feos, guapos, hombres, mujeres, todos; acaso saber esto no es un buen incentivo para tratarnos mejor, colaborar y hacernos la vida menos complicada entre nosotros.

La vida es un regalo, estás disfrutando cada momento como se disfruta trago a trago de un buen vino o la estás desperdiciando como se derrocha una botella barata; ¿qué valor le das a tu vida, disfrutarás cada momento o cuando se esté acabando buscarás aferrarte a ella con desesperación?



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