jueves, 25 de febrero de 2016

Desde mi punto de vista.

Soy una maquina biológica; carne y huesos, nervios y arterias, todo un conjunto de criaturas microscópicas trabajando juntas; soy simbiosis, soy multitud. La materia que da estructura a mi cuerpo es la misma que formo parte de alguna estrella millones de años atrás; soy un conjunto de vida. soy un ser racional y, la mayor parte del tiempo, instintivo que abita un universo infinito.

Las criaturas humanas hemos creado el tiempo para tener un marco de referencia para distinguir entre la bastedad del infinito y la fugacidad de nuestra existencia; no somos conscientes de lo que existió antes de nosotros, y a la mayoría no le interesa, los científicos han logrado calcular la edad de la tierra, de las estrellas y del universo; miles de millones de años, ¿cómo una criatura que a lo mucho llegara a vivir 70 años puede asimilar y comprender semejantes escalas de tiempo?...

Pero ahí estamos;  inventando fantasías, depositando nuestra fe en supuestos libros sagrados, en santos, dioses o practicas esotéricas de diversa índole; no, no lo haces por gusto. Hay una necesidad de creer en algo superior enraizada  en lo más profundo de nuestro inconsciente, necesitamos creer en algo más; necesitamos aferrarnos a algo que nos de fuerza para seguir adelante en un mundo cruel y distante. Lo hacemos aunque eso signifique abandonar la razón y entregarse al fanatismo; si no como explicas que en un mundo donde se puede mandar hombres a la luna otros tantos dejen que su vida y  su moral sea guiada por textos, supuestamente divinos, que fueron escritos por personas que vivieron casi dos mil años atrás, los cuales no imaginaban ni remotamente la tecnología que tenemos hoy. Pero creemos; es eso o aceptar la realidad, es eso o enfrentarnos a la dura tarea de luchar contra un mundo que solo quiere obtener lo mejor de ti sin darte prácticamente nada a cambio.

Desde mi punto de vista todo esto es una horrorosa contradicción; una contradicción que puede contarnos muy caro, sino es que ya estamos pagando el precio, como especie. Decadencia de valores, decadencia cultural, decadencia de lo humano, del arte, de la verdad; y todo por tener miedo a enfrentar la realidad, y todo por preferir aceptar las fantasías de  hombres casi cavernicolas y de charlatanes modernos en lugar de conocer y aceptar nuestra naturaleza. 

Soy una maquina biológica; carne y huesos, nervios y arterias, todo un conjunto de criaturas microscópicas trabajando juntas; soy simbiosis, soy multitud. Soy plenamente consciente de que un día de estos voy a morir, entonces mi consciencia regresara al eterno silencio y la materia que componía mi cuerpo sera reintegrada al ambiente. Soy consciente de que todos vamos a morir, por eso no hay ni rey, ni sacerdote, ni político, ni millonario que sea superior cualquier otro humano y mucho menos a mi. soy consciente de que mi familia, mis amigos y toda la gente que conozco va a morir algún día, que yo moriré algún día;por eso mientras viva voy a disfrutarlo.     

No hay comentarios:

Trabaja sin sentir culpa

Nos han enseñado, en este siglo, que el trabajo duro y la autoexplotación son un camino seguro y garantizado a la estabilidad e incluso a l...