Ahí estamos comprando felicidad enbotellada para lograr calmar nuestra sed de compañía y comprencion. Meditando frente al mar, si a las cosas de las que ablamos se le puede llamar meditacion, tomándonos la vida no tan enserio y jugando ha ser amigos, creyendo que nos entendemos, que nos ayudamos y que somos sinseros los unos con los otros. tomando tragos largos de la botella o sirviendonos en un baso. somos jóvenes quemas podemos hacer la vida no nos preocupa tanto, nisiquiera un poco, nisiquiera por el hecho de que debería comensar a preocupar nos. Procuramos no pelear pero una ves atrapados en los cálidos brasos del alcohol peleamos por cualquier tontería o solo nos limitamos a tumbarnos al suelo y reír como retrasados mentales sintiendo la brisa fresca del mar en nuestros poco atractivos rostros. poco a poco nos conosemos mas y poco a poco llega el tiempo de decir adios de retirarnos a nuestras vidas... pero aun faltan meses para eso y en esos meses seguiremos tratando de ser amigos, aunque me cueste no odiar a alguno, no nos queda mas que disfrutar el tiempo que nos queda brindando frente al mar.
Palabras al aire, a veces a oídos sordos, textos que nadie lee, pedazos de mi alma intentando trascender, intentos de literatura estampados en píxeles y horas de mi vida gastadas.
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